Diferencias entre acabado pulido y satinado
Descubre dos de los acabados más comunes en cerámica
Los azulejos suelen venir acompañados por palabras como “pulido” o “satinado”, que seguro que has escuchado alguna vez. Pero, ¿sabes qué quieren decir? Primero que nada, debes saber que ambos conceptos hacen referencia a distintos tipos de acabados que, una vez conseguida la forma que queremos, se realiza a los azulejos para conseguir que sean más realistas respecto a la textura que reproducen.
- Para empezar, el proceso de producción de una baldosa pulida es algo diferente a las colecciones con acabados brillo, mate o satinado. Mientras que el resto de acabados no requieren un tratamiento posterior, los pulidos, siempre de gran brillo, pasan por un proceso especial para dar ese acabado tan característico, casi de efecto espejo. Por tanto, es de esperar que la duración del brillo sea mucho mayor.
- El pulido es uno de los acabados por excelencia. Entre sus ventajas cabe mencionar que, sobre todo, consigue un acabado limpio y elegante que elimina las imperfecciones que puedan quedar en el azulejo. Eso sí, si hay algo por lo que destaca el pulido es por el brillo que tiene y la luminosidad que aporta a las estancias. De hecho, es perfecto para aplicar a colecciones que reproducen la elegancia y la sofisticación del mármol.
- El acabado satinado, mientras tanto, lo podríamos definir como un acabado “suave” que consigue una pieza estética con un tacto agradable que, además, destaca por un efecto mate que permite que se refleje la luz. Se trata de un acabado de fácil mantenimiento que, como ventaja técnica, no supone ningún peligro de deslizamiento.
- Más allá de estos dos tipos de acabados, es importante tener en cuenta que la cerámica puede presentar otros tipos, como el lappato (brillante y mate al mismo tiempo) o el mate (acabado opaco).
- Hay diferentes acabados que pueden ser aptos para un mismo tipo de cerámica, aunque algunos resultan más idóneos que otros según los materiales que queramos reproducir. Otras colecciones, como las de la madera y piedra, suelen tener acabados mate que simulan mejor esas texturas. Los mármoles, por ejemplo, suelen ser pulidos para conseguir el brillo que caracteriza a estas rocas.
Dependiendo de dónde vayas a colocar tus azulejos y de cuáles sean tus prioridades, será mejor optar por un acabado u otro. Si buscas un acabado elegante y discreto al mismo tiempo, quizás debas apostar por el satinado. Si prefieres espacios con brillo y un extra de luminosidad, entonces el pulido será perfecto para ti, como también lo será si quieres que el protagonista absoluto de tu proyecto sea el mármol de alto brillo.
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