La cerámica, la mejor alternativa a los materiales naturales
Los azulejos tienen muchas ventajas técnicas respecto a los materiales que reproducen
Muchos amantes de los materiales naturales terminan eligiendo cerámica para sus proyectos de interiorismo y decoración pese a tener decidido, casi desde el primer momento, que su opción preferida era la madera, la pizarra o el mármol.
Pero cuando empezamos a investigar y a buscar factores objetivos para tomar una decisión, los azulejos van ganando puestos en la lista hasta convertirse en el material favorito de muchos. ¿Por qué? Porque cada vez somos capaces de producir colecciones más realistas y porque es un material infinitamente más fácil de cuidar y de mantener que sus homólogos naturales.
La cerámica tiene varias ventajas respecto a la madera natural, un material muy robusto y versátil pero que presenta ciertas peculiaridades que lo hacen bastante delicado. Por ejemplo, la cerámica, sobre todo el porcelánico, es un material mucho menos poroso que tolera bien un exceso de agua.
Sin embargo, con una madera natural debemos estar mucho más pendientes de evitar que se encharque y se concentre y cause daños en el material. Además, la madera es mucho más delicada en cuanto a posibles arañazos o daños, mientras que la cerámica es mucho más resistente a rayones y otro tipo de desperfectos.
Algo similar sucede con el mármol y otras piedras naturales, que son materiales clásicos en decoración por su aspecto elegante y atemporal. Su composición hace que sean materiales sensibles a ciertos ácidos y otros líquidos que puedan resultar corrosivos.
Por tanto, colocar mármol en el pavimento de una cocina sería bastante arriesgado por el tipo de líquidos y de productos de limpieza que solemos utilizar en esta estancia. Otra de las ventajas que ofrece la cerámica sobre el mármol es precisamente la posibilidad de fabricar piezas antideslizantes, esencial para lugares húmedos. El mármol, por su acabado pulido, puede resultar más resbaladizo en baños o en exteriores en caso de lluvia.
Pero la capacidad de la cerámica de adoptar texturas e imagen de otros materiales va más allá de la madera, el mármol y otras piedras naturales. Es la alternativa perfecta al cemento, cuando queremos buscar ese look industrial y actual pero facilitando al máximo el mantenimiento a largo plazo o incluso cuando nos gusta el aspecto del cemento pero queremos un tono de color diferente que no nos puede ofrecer el material original.
Lo mismo sucede con el metal, que se ha convertido en favorito de muchos decoradores gracias a la capacidad de la cerámica de reproducir el efecto de planchas oxidadas y desgastadas. Los azulejos con aspecto de metal son ideales para interiores con mucha personalidad y que buscan sorprender.
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